Competencia estudiantil de diseño de sillas impulsa las carreras de los futuros diseñadores de muebles  

Nueva York, NY (15 de mayo de 2014) – Wilsonart, un líder fabricante de superficies decorativas desde hace mas de 50 años, celebra el décimo aniversario de Wilsonart® Challenges…una competencia de diseño estudiantil, diferente a ninguna otra del país. La mayoría de las competencias de diseño se enfocan en la producción en masa Wilsonart Challenges involucra a los estudiantes en la creación de sillas que celebren la riqueza de los laminados para recubrimiento de superficies sin las restricciones que implica la producción en masa. El resultado es una colección visualmente deslumbrante de sillas únicas en su tipo. Las sillas ganadoras de 2014 y los estudiantes que las diseñaron podrán ser vistos en la feria internacional del mueble contemporáneo de 214, la ICFF, que es el máximo escaparate de diseño contemporáneo. Este evento es el primero de una serie de celebraciones anuales que marcan una década de compromiso de Wilsonart por nutrir e inspirar a la siguiente generación de diseñadores.  

â€Desarrollamos Wilsonart Challenges teniendo en mente específicamente la feria ICFF,” observa la directora de comunicaciones de marketing de Wilsonart, Alison DeMartino. â€Hemos hecho evolucionar el concepto original del diseño de una silla hasta convertirlo en una experiencia académica plena que permita a los estudiantes explorar tanto los materiales como el diseño, primero desde el punto de vista teórico y finalmente como una experiencia práctica al construir elproducto final.” 

Una década de apoyo a los futuros diseñadores

Hace diez años, cuando Wilsonart trabajaba con Grace Jeffers, historiadora de diseño y experta en materiales, para concebir el programa, no existían experiencias prácticas y teóricas. A través de em>Wilsonart Challenges, Jeffers trabaja de manera individual con cada estudiante y ha sido testigo de sus soluciones de diseño. “Me han dicho que este es el proyecto más creativo en el que la mayoría de los estudiantes trabajarán en sus vidas – estas sillas son objetos de diseño pero también son expresiones extremadamente personales,” Jeffers señala. 

Cada año, Wilsonart trabaja con Jeffers para elegir una universidad o colegio de diseño que será el anfitrión del programa de un año de duración. La competencia en sí misma promueve la innovación, la inspiración y, a diferencia de otros programas de diseño estudiantil, la oportunidad práctica de en realidad desarrollar un diseño. Construir su silla sumerge a los estudiantes en el proceso de selección de materiales y les da una comprensión más profunda de las complejidades involucradas. En una era en la que los gráficos en tercera dimensión y la tecnología de cómputo están por todas partes, la construcción manual ofrece un nivel mayor de intimidad con los materiales y una satisfacción más profunda al terminar el proyecto. 

El diseño final de cada estudiante debe estar bien construido y tener una silueta fuerte y e impresionante. La meta final de los estudiantes es que los espectadores se detengan en su camino por el piso de exhibiciones de ICFF o al hojear las páginas de la revista. Si bien la intención no es su venta, a lo largo de la década pasada varias sillas ganadoras han sido vendidas a coleccionistas privados. 

Cada año este curso es impartido conjuntamente por profesores de la escuela y por Jeffers con conferencias sobre la historia y la morfología de la silla. Oradores invitados y representantes de Wilsonart aportan contenido adicional. Las escuelas que han sido anfitrionas del programa durante la década pasada incluyen:

• Parsons School of Design (2005)
• Rhode Island School of Design (2006)
• Savannah College of Art and Design (2007)
• California State University, Long Beach (2008)
• Philadelphia University (2009)
• Pratt Institute (2010)
• Rochester Institute of Technology (2011)
• California College of Art and Design (2012)
• University of Oregon (2013)
• University of Houston (2014)

Conforme el diseño industrial ha ido evolucionando y cambiando durante la década pasada, también lo ha hechoWilsonart Challenges. En el primer año, se les pedía a los estudiantes que dibujaran sus diseños mientras que artesanos eran encargados de su construcción. Jeffers, Wilsonart y los profesores pronto se dieron cuenta de que los estudiantes que construían su propio diseño pensaban de manera diferente y tenían diferentes propuestas en cuanto a las formas y al material laminado. 

Al principio del segundo año, los estudiantes construían sus sillas, utilizando las herramientas de sus departamentos de diseño industrial, ingeniería y artes. Entre otros desarrollos están la introducción de un tema global para la competencia de cada año y, más recientemente, los estudiantes ponen nombre a sus creaciones. La adición de temas y el nombre dado a las sillas ha ayudado a los estudiantes a articular los problemas que exploran, las soluciones que encuentran y su aventura del diseño a la creación. Lo que no ha cambiado durante la década pasada es que Wilsonart Challenges continúa siendo la única competencia de estudiantes de diseño en su clase; una inmersión intensiva que culmina con los estudiantes construyendo sus creaciones con sus propias manos. 

Empoderando a los estudiantes y apoyando a los nuevos diseñadores

En esencia, Wilsonart Challenges es una intensa exploración a través de la solución de problemas mediante el diseño. Los estudiantes ponen todo su empeño y creatividad en sus proyectos; por lo tanto, los resultados son tanto catárticos como exuberantes.

Los estudiantes en el programa de 2014, en la University of Houston publicaron sus reflexiones en el blog del programa, “Después de un semestre de abrir nuestros corazones, exprimir nuestros sesos como toallas mojadas y poner nuestra, sangre, sudor y lágrimas en nuestros prototipos de sillas finales, hemos llegado al fin.” 

Varios de los alumnos ganadores son hoy en día personajes influyentes en el mundo del diseño. Como un estudiante de la escuela de diseño de Rhode Island, Charles Brill, que ganó la competencia en 2005 y que un año más tarde cofundó la firma de diseño industrial Rich Brilliant Willing, que fue nombrada entre las principales 40 firmas diseñadoras por la revista I.D. Magazine ese mismo año. Otras historias de éxito incluyen a Aodh O’Donnell, ganador de la competencia de 2009 y graduado de Philadelphia University. “Participar en su programa abrió las puertas al mundo del diseño en el que yo no estaba seguro de haber incursionado alguna vez. No sólo me contrataron como becario en Counsil Design y trabajé en un proyecto de Karim Rashid, sino que también trabajé en Stilex Seating, donde fui nombrado el primer director de diseño de procedencia interna,” observa O’Donnell. “La compencia me dio una nueva perspectiva y cambió el curso de mi carrera.” 

Las escuelas participantes limitan el número de estudiantes que tomarán la clase para asegurarse de que cada estudiante pueda explorar al máximo el proceso de desarrollo de producto. Wilsonart ofrece a cada escuela participante una donación que consiste en un suministro ilimitado de laminados para la experimentación, financia las conferencias y suministra personal técnico para trabajar de manera personalizada con cada estudiante, para resolver los problemas que supone la construcción de su diseño. El plan de estudios se perfecciona cada año, y Jeffers ofrece los componentes clave como historia del laminado, historia y anatomía de la silla y su conferencia exclusiva “Man Made Naturalâ€, un curso de educación continua en donde explora los materiales naturales en comparación con los producidos por el hombre y lo que realmente constituye un material “natural.” 

Cada año, Wilsonart envía a varios estudiantes destacados y sus sillas a la feria ICFF donde se exhiben sus diseños. Este año los estudiantes y sus sillas estarán en el stand #2248 y #2253 de Wilsonart del 17 al 20 de mayo en el Jacob Javits Convention Center de Nueva York. La ganadora de 2014, Jenny Trieu, fue premiada con una beca de $1,000 por su diseño, the Infinite Chair. “Esta es una increíble oportunidad para todos los estudiantes,” Jeffers obseva. “Si bien sólo habrá un solo ganador de la beca, la experiencia para cualquier estudiante es invaluable.”